Para darle ese toque perfecto sin llegar a ser melodramático y sensiblero, Leone recurrió a su colaborador de siempre, Ennio Morricone, mi compositor favorito, y se sacó de la manga la que es, bajo mi punto de vista, la mejor banda sonora original de la historia del cine. La banda sonora consigue crear una amalgama de sensaciones tan grande por sí sola como si estuvieses viendo la película. Y es diametralmente opuesta a todas las colaboraciones anteriores entre estos dos genios. En los westerns, los temas eran épicos, y algún otro totalmente elegíaco, como el de Hasta que llegó su hora, pero en Érase una vez en América, Morricone supo crear su partitura más intimista, y ponerla al servicio de una de esas películas casi perfectas para hacerla aún más grande.
Ha costado bastante escoger un sólo tema para el post, porque yo ante esta portentosa banda sonora soy como un niño en una tiend de chucherías, y creo que resume bastante bien la película, con un toque bastante melancólico pero con su punto alegre, además de complementar bastante bien mi resacoso y gris sabado.
Si Spielberg describió el cine como la escena final de Senderos de gloria, yo le tomo la palabra y digo lo mismo de la enigmática sonrisa de De Niro.

4 comentarios:
La verdad es que Ennio Morricone es demasiado... como decirlo, demasiado sobrio para mí. Me gustan sus bandas sonoras de todas formas.
Y a mí Morricone que no... me parece que es muchas veces más efectista que otras cosas.
Ésta es bonita.
Pues me gusta la peli y me gusta la música
Gran película y gran bso tienes buen gusto … aunque bueno no es por na pero no me sorprende XD
No vems .. y recuerda el vierns cervesita
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