jueves, enero 25, 2007

Banderas de nuestros padres & Cartas desde Iwo Jima

Por casi todos nosotros es conocido que Clint Eastwood suele firmar el tema principal de sus bandas sonoras desde Sin Perdón, donde realizó el maravilloso Claudia's theme que se repetía a lo largo de toda la película hasta cerrar con ese monumental plano final con la guitarra sonando la película. Normalmente, siempre ha contado para las partituras de sus películas con Lennie Niehaus, que es a la música lo que Don Siegel a la dirección. Un tipo sobrio, que no hace nada complicado y que se centra en que su música no destaque por encima de lo que debe primar: la imagen. Pero ya con Million Dollar Baby Clint supo dar el paso a la composición de la banda sonora entera, creando una de las más famosas melodías de los últimos años, y que durante toda la película acompaña las andanzas de Frankie y Maggie.

En Banderas de nuestros padres ha vuelto a encargarse él de toda la banda sonora, y ha vuelto a crear un tema principal que se repite durante toda la cinta. Esta vez ha usado piezas de jazz, clásica como Vivaldi y demás piezas que ilustran la época que retrata la cinta. El tema principal me recuerda a una nana, aunque cuando irrumpen las trompetas y toma un cariz más épico, de marcha militar, pierde ese toque Clint. Como siempre, el piano tiene un lugar determinante.



Ahora se estrena Cartas desde Iwo Jima, y Clint no ha compuesto la bso. Ha sido su hijo, Kyle, al que pudimos ver interpretando a su sobrino en El aventurero de medianoche, que trataba sobre la carrera de un músico moribundo que busca una oportunidad en el country. Ha seguido la línea marcada por su padre y la composición radica en torno a un único leitmotiv. El piano vuelve a ser el principal instrumento.



jueves, enero 11, 2007

Cries from the midnight circus

Siempre suelo decir que los Pretty Things son el mayor ejemplo de lo que serían los Yardbirds si no se hubieran dispersado. Claro que entonces no tendríamos al Zeppelin de plomo... así que dejemos de jugar a Dios y centrémonos en este pasmoso comentario para aumentar mi gloria y autoensalzarme. Comenzaron, como todas las grandes bandas de rock, con el blues como arma principal, y el mejor rock americano, aunque bastante influenciados por los Stones (si no me equivoco, uno de sus miembros estuvo en una de las primeras formaciones de la banda más sobrevalorada de todos los tiempos), supieron abandonar ese camino siniesto jaggeriano y centrarse en el rock psicodélico más influenciado por el Sgt. Pepper's o bandas como The Doors o Uriah Heep.

Fueron el claro ejemplo de gran banda omitida en lo libros de historia debido a que nunca supieron dar el salto definitivo, a pesar de que Led Zeppelin les produjo algún que otro disco a través de Swan Song. Como Vanilla Fudge, Steppenwolf, los ya nombrados Uriah Heep o Kaleidoscope (ingleses y americanos, estos últimos, por cierto, eran la banda preferida de Jaime Página). Su disco más célebre es el S for Sorrow, de las primeras óperas rock de la historia de la música, y he leído en algún sitio que la primera... mis conocimientos no llegan a tanto. Ese disco me parece el más claro antecedente de alguna que otra banda, como Jethro Tull o Deep Purple, y que está claramente inspirado por el Sgt. Pepper's.

Sin embargo, mi disco favorito de la banda es el Parachute, continuación beatleliana del S for Sorrow. Si ya hablé de la inspiración de Pete Townshend o MacCa en The Raspberries, disco debut de la banda homónima, aquí es casi MacCa el que se lleva el pastel de las influencias, compartido con Lennon, aunque también hay alguna canción, como Cries from the midnight circus, que me parece al comienzo un sonido más propio de los Allman Brothers por el sonido de la guitarra, aunque palmas, la distorsión de la voz y demás instrumentos recuerden a los Fab Four y, nuevamente, al Sgt. Pepper's, aunque con un toque del primer hard rock. La canción que iba a escoger para ponerla en el postera Rain, una auténtica muestra del mejor rock psicodélico de la banda, pero finalmente he elegido Cries... Enjoy!

domingo, enero 07, 2007

Here, there and everywhere

El primer álbum de un grupo que tuve fue el ajado cassette de Revolver, de los más grandes, que pertenecía a mi padre desde años antes que yo naciera. Y siempre ha sido un disco que me llamó mucho la atención, antes incluso de empezar a escuchar cualquier atisbo de música o de fijarme en las bandas que serían referencia. Recuerdo que me fijé por primera vez en él un verano que fui con mi padre y mi hermano a comprar un perro para mi hermano, que por aquel entonces Jekyll y Mr. Hyde, por un lado adoraba a los animales y tenía la casa llena, pero luego no le duraban más de 2 semanas, 3 si eran animales con capacidad de autosuficiencia. Hacía un calor tremendo y empecé a ojear los discos que tenía mi padre en la guantera. No recuerdo más que uno, el que me llamó la atención, un cassette con la carátula en blanco y negro con muchas caras montadas una sobre otra, y yo en ese momento no conocía ni una canción de The Beatles, ni conocía a ningún miembro, ni nada, pero ese disco me llamó la atención como si estuviera destinado a formar parte de mí.

A los pocos años, mi padre me dijo: toma, escucha esto. Y era ese disco, el mismo que años antes me había dejado marcado por su caratula, y desde entonces, empecé a escucharlo hasta ser, probablemente, mi disco favorito, y el primer cd que me compré de mi propio bolsillo. Es probablemente la referencia musical a la que más ligado estoy, más que cualquier otro disco de los Fab Four o de cualquier otro grupo, y que significó el primer paso para culminar la única discografía completa que tengo de una banda, y que terminé hace dos años adquiriendo el Magical Mistery Tour por unos nada baratos 18 euros (el señor Corte Inglés vive sumergido en el miedo desde que sabe que me tiene como enemigo). Se suele decir que es el mejor disco del siglo XX, que es el mejor disco que ha compuesto cualquier músico rock, que es un disco absolutamente perfecto... y no les falta razón, yo pondría la mano en el fuego por él
a pesar del magistral disco fruto del fugaz paso de Marcos Domínguez al country con su Oda al general Lee y todos los grandes liberadores del hombre blanco, que contó con la colaboración de Ted Nugent y del cadáver de Ronnie Van Zant.

Otro recuerdo que me une a Revolver es de la última, o penúltima vez que fui a Madrid con mi padre. Puse el cassette en el coche, y me pasé todo el camino cantandolo una y otra vez, y la canción que va a sonar hoy no sé si es de las mejores que tiene, para mi sí, y de las más bonitas, o al menos yo tengo ese concepto desde mi infancia y un gran número de recuerdos atado a ella en particular y a Got to get you into my life y Eleanor Rigby, que me pone triste desde siempre... la homenajeada sabe quien es de sobra, así que a ella va dedicado.



Por cierto, aquí os dejo uno de mis regalos de reyes, la biografía oficial de The Beatles, y con esta, si no cuento mal, ya tengo cuatro biografías diferentes XD

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