viernes, diciembre 08, 2006

Ogre Battle

Alargando la mano acercóse después
al osado señor que en su lecho yacía,
palpó con su garra al heróico Beowulf.
Rápido entonces alzóse el valiente
dispuesto al ataque. Allá de inmediato
quedó convencido el falaz criminal
de que nunca en el mundo, jamás en la tierra,
con otro topó que tan fuerte agarrara.
Terror espantoso le vino en su pecho:
con súbita prisa invadióle el deseo
de huir al fangal con los malos demonios.
¡Encontróse con algo que nunca hasta entonces
allá le ocurriera!

El pariente de Hýglac pensó en las palabras
que dijo esa tarde: apretando con fuerza,
en la garra del ogro los dedos rompió.
El gigante tiraba, el varón no cedía;
el monstruo famoso trataba de huir,
procuraba escapar, si posible le fuera,
a su ciénaga oculta. ¡Su zarpa notaba
en el puño enemigo! ¡Mal en el Hérot
le fue en su visita al feroz malhechor!


Resonaba en la estancia, gran miedo tenía
la gente danesa, los bravos señores
que el burgo habitaban. ¡Disputábanse ambos
con furia terrible el hermoso palacio!
Fue gran maravilla que firme la sala
aguantase el combate, que en pie resistiese
la excelsa morada; pero fuerte la hacían,
por dentro y por fuera, tirantes de hierro
muy bien trabajados. Abundante destrozo
causó entre los bancos que le oro adornaba
-así se refiere- la horrible pelea.
Nunca pensaron los sabios del pueblo
que nadie en el mundo pudiese dañar
de tan mala manera la rica mansión,
la adornada con cuernos, si no era prendida
y quemada en las llamas.

Poderoso y extraño se oía un rugido.
Era mucho el espanto de todos los hombres
del pueblo danés que afuera del muro
escuchaban los gritos, el lamento del ogro
enemigo de dios, su canción de derrota,
el quejido doliente de un ser infernal.
Agarrábalo firme elvarón cuya fuerza
ninguno igualaba de todos los hombres
que entonces vivían. Decidido se hallaba
el señor de guerreros a hacer que muriese
el voraz visitante; no creía que a nadie
trajera provecho el que vivo quedase.
En torno a Beowulf sus bravos blandían
las viejas espadas queriendo salvar
de peligro a su jefe, al famoso señor,
si posible les fuera. Mas aquellos vasallos
de recio coraje, que por todos los lados
poníanle acoso al dañino enemigo,
no hallaban la forma de herirlo de muerte:
al torvo proscrito espada ninguna
que hubiese en el mundo, ni el hierro mejor
abatirlo podía, pues él con su magia
hechizaba las armas, sus filos de guerra.
El destino, no obstante ordenó que este día
su fin llegase al feroz malhechor
y que por siempre se hundiera en el reino infernal
de los malos demonios.

Allá comprendió el que tantas desgracias
le había causado con gozo perverso
al género humano -oponíase a Dios-
que poco su cuerpo aguantarle podría;
por la mano atrapado teníalo el bravo,
el pariente de Hýglac. ¡Cada uno del otro
la muerte buscaba! Dolor espantoso
el monstruo sintió: ahora en el hombro
un hueco mostraba; los tendones saltaron,
rompiósele el hueso. ¡Fue de Beowulf
la gloriosa victoria! Herido de muerte
Grendel huyó a su ciénaga oculta,
a su torva guarida; claramente veía
que al término ya de su vida llegaba,
al fin de sus días. El fiero combate
acabó con las penas del pueblo danés.

Salvó de este modo el de lejos llegado
animoso y prudente, la sala de Hródgar,
la libró de enemigos. Satisfecho quedó
de su hazaña nocturnas. El príncipe gauta
cumplió su promesa a la gente skyldinga,
así terminado con todos los males
y horribles desgracias que antaño sufrieron,
las grandes injurias que mucho agobiaron
al pueblo danés. Como claro trofeo,
el varón victorioso la mano colgó
con el brazo y el hombro -completa se hallaba
la garra de Grendel- de la alta techumbre.

Acabáis de leer un fragmento de la obra de épica anglosajona Beowulf, que narra como el héroe homónimo derrota al ogro Grendel en el palacio del rey danés, que no es Poulsen, por si alguno se lo preguntaba, si no Hródgar. En ella Beowulf logra cortarle el brazo al ogro infernal y lo cuelga en la sala del Hérot, palacio real, a modo de trofeo. Todo ello es un pequeño anticipio para Queen, Ogre Battle, del Queen II. Enjoy it!

9 comentarios:

TonyMontanaLuque dijo...

Pues sí, por suerte para escuchar épica en el rock no hace falta ser un friki y tener que escuchar Blind Guardian y demás morralla pseudo-heavy. Yo mi cuota friki ya la cumplo con las canciones épicas de Queen y Led Zeppelin.

Anónimo dijo...

Esta canción de Queen no la había escuchado y me gusta y no me da miedo aunque creas que si.
Pero de ellos me quedo con Bohemian Rhapsody, bueno con todo el disco en general.

Blog dijo...

¿Por qué quieres dejarnos ciegos con la letra roja esa?

TonyMontanaLuque dijo...

Porque sé que te jode, y por eso lo hago

Anónimo dijo...

Pero si Queen son una mierda.

TonyMontanaLuque dijo...

O eres Pierrot o un tío con tremendo mal gusto

haujavi dijo...

Prefería el Don't stop me now.

Anónimo dijo...

Qué grandes Queen! pues yo tampoco había oído esta nunca...o al menos no me acuerdo.
mmmmm No me hicistes ni caso y no pusiste ni Show must go on(q cada vez q la oigo me asoma la lagrimita), ni Bohemian Rhapsody, ni Innuendo, ni Under Pressure...ya veo q a Bowie te le reservas...en fin, lo que cuenta es la intención.
dios! freddy, como se te echa de menos en este mundo...

TonyMontanaLuque dijo...

A ti lo que te pasa es que te mola la parte discotequera, como a míster ambiguo